CÓMO MEDITAR EN EL AMOR

Medita en el corazón

A menudo, la gente habla de aquietar sus pensamientos durante la meditación  o concentrarse en su respiración como una forma de aquietar su mente. El simple hecho de que tantos hablen de aquietar su mente debería plantear la pregunta de ¿qué está escuchando si no son pensamientos? ¿Es el sentimiento de tranquilidad y serenidad que surge del silencio? Eso no es la nada, es tu corazón escuchando y conectándose con la bondad amorosa. La meditación no es con palabras, muchas veces las palabras no pueden dar plena justicia a esta experiencia de conectarse con el corazón.

Meditar en el corazón significa concentrarse en el amor. Fuimos creados por amor, fuimos diseñados para amar y estaremos insatisfechos y buscaremos más cuando nos neguemos a nosotros mismos una conexión con el amor divino. En la explicación más simple, Dios es amor y el amor proviene de Dios. Dios / Amor lo abarca todo y puede ser una fuerza sanadora.

Pasos para meditar en el amor

1. Encuentra una posición y un lugar cómodo.
2. Toma de 3 a 5 respiraciones lentas y profundas con los ojos cerrados. Siente cómo tu pecho se expande al inhalar y se relaja al exhalar.
3. Visualiza tu corazón como fuente de amor, de conexión tu divinidad, con el Dios que habita dentro de ti
4. Enfoca esa energía del amor hacia ti mismo, sintiendo todo el amor que habita en ti.
5. Llénate de Amor. Cada celula de tu cuerpo es amor.
6. Cuando estés rebosante de amor, envía este amor al mundo. Siente que todos somos uno en la ca
7. Permanece en este estado de Ser todo el tiempo que quiera.
8. Sal de tu meditación con una actitud amorosa hacia el mundo.

El amor y la luz están en todas partes

Si eres como yo, amas la naturaleza. Algunos de nosotros encontramos paz y serenidad en el bosque o cerca de una cascada. La belleza nos cautiva, los sonidos son relajantes y sentir la tierra contra tu piel puede ser calmante. Cuando tengas estos momentos, no te apresures. Escucha atentamente, con tu corazón. Deja que tu corazón escuche y sienta el amor divino. Aprecia la belleza. Está bien sonreír interna y externamente. Incluso si alguien pasa junto a ti preguntándose por qué sonríes al azar a las flores, sonríe genuinamente y permite que ese amor / luz se transfiera de tu corazón al de ellos. Todos estamos conectados, todos somos uno.