COMO SOLTAR Y DEJAR IR: EL ARTE DE LA RENDICIÓN

Artículo escrito por: Maria Sitaara

Fecha de Publicación: 5 Oct, 2022

 

Rendirse es… Atención plena. Apreciación de la riqueza de la vida. Abrirte a lo que está frente a tí. No juzgar. Ausencia del ego. Humildad. Ser perceptivo de todas las posibilidades. Permitir el amor.  OSHO

 

Me he dado cuenta de que las cosas van mucho mejor cuando cedo el control, cuando permito que sucedan en lugar de hacer que sucedan.

A menudo veo en muchos de mis retiros y viajes personas que sufren por querer controlar todo, incapaces de ceder, soltar o aceptar. Tratando de planificar, predecir y evitar cosas que no se pueden predecir o evitar.

Esta semana salió también el tema de la rendición con mis alumnas del master transformacional. Cuán difícil es rendirse, dejar de controlar, soltar y dejar ir. Esto es lo que me ha movido a escribir este post y reflexionar sobre la importancia de practicar la rendición en nuestras vidas.

 

Mi aprendizaje con la Rendición

 

Como he aprendido de mis maestros, y en mi propia experiencia de vida, hay que aprender a soltar y dejar ir, fluir con la vida.

Hay tres cosas que sé con certeza acerca de tratar de controlar las cosas:

1. Tratamos de controlar las cosas por lo que pensamos que sucederá si no las hacemos. En otras palabras, el control tiene sus raíces en el miedo.

2. El control es el resultado de apegarse a un resultado específico, un resultado que estamos seguros es el mejor para nosotros, como si siempre supiéramos qué es lo mejor. Cuando confiamos en que estamos bien sin importar las circunstancias que se nos presenten, no necesitamos gestionar el universoDejamos ir. Y entonces, nos abrimos a todo tipo de posibilidades maravillosas, que no existen cuando estamos apegados a un camino “correcto”.

3. La energía de la entrega logra mucho más que la energía del control.  Cuando intentamos controlar, la visión se vuelve muy estrecha y enfocada, la respiración se agita, el ritmo cardíaco aumenta. La mente cambia muy rápidamente de un tema a otro y del pasado al futuro, con poca concentración, mala memoria y casi ninguna conciencia del momento presente. Sin embargo, en el modo de rendición, estoy tranquila, en paz. Respirando profundamente, presente en el momento. Veo claramente y mi visión se extiende a mi alrededor, permitiéndome (literalmente) ver el panorama general.

Entonces, la gran ironía es que intentar controlar las cosas en realidad te hace sentir con menos control.

 

“ Rendirse no significa huir de las responsabilidades, es una sensación de seguridad en ti de que sí, las cosas van a salir bien”

 

 

 

El significado de la rendición

 

Cuando intentas controlar una situación y/o no la aceptas, te quedas atascada en tu mente y en tu corazón todo el tiempo. Esto se convierte en inquietud. Y aún después, lo mismo esta inquietud fermenta y se convierte en dolor. En este punto, deseas soltar, pero no sabe cómo hacerlo. Lees todos los libros de autoayuda… esto y aquello, meditas y haces yoga y aun así, no se va.

 

Cuando intentas controlar te olvidas de que hay una presencia amorosa que te cuida, que te cuida totalmente, como una madre cuidaría a un bebé.

 

Así, la presencia, o la conciencia, o un poder supremo, Díos, Universo o llámalo como quieras, esta conciencia es plenamente consciente y está cuidando, como lo haría una matrona en el momento del nacimiento. Una matrona está allí, de pie y viendo el dolor de la madre, ayudándola en el proceso de parto. De la misma manera, una presencia está ahí y quiere que aprendas algo.

¿Qué es ese algo? Hay una presencia: la presencia te está cuidando, no te preocupes. Ofrece tu inquietud a lo Divino. En ese mismo momento, ese dolor, inquietud o deseo se transforma en un estado infinito de clara conciencia o amor. Un amor inmenso brota de ti; esto se llama rendición.

Personalmente, veo la necesidad de control como un acto del ego, que siempre tiene miedo y necesidad de controlar. Aprovecho mi práctica diaria de meditación como una manera de conectarme con mi divinidad esto inmediatamente me hace soltar, dejar ir mis pensamientos y emociones negativas que quieren tener el control sobre determinadas situaciones en mi vida. Meditar me eleva a lo más divino que hay en mí.

 

 

“Debes aprender a soltar. Libera el estrés. De todos modos, nunca tuviste el control. ~ Steve Maraboli

 

¿Cómo rendirse?

 

La rendición ocurre espontáneamente con el conocimiento de que no tienes el control de nada, ni siquiera de tus pensamientos o sentimientos.

 

No puedes hacer nada con los pensamientos y sentimientos que te llegan. Cuando te das cuenta de que no tienes el control de tu vida, sino que la vida está gobernada por alguna ley suprema, entonces sucede la rendición.

 

No es sabio pensar que la pequeña mente puede hacer todo en la vida, o que tiene el control de la vida. La rendición es darse cuenta de que tu esfuerzo no puede producir todo lo que quieres en la vida.

 

Cuando estás relajado, estás en un estado de entrega. Cuando estás agradecido por todo lo que se te ha dado en la vida, entonces estás en un estado de rendición. Cuando estás totalmente indefenso y te das cuenta de tu impotencia, entonces estás en un estado de rendición.

 

Puedes experimentar esto muy bien en países del tercer mundo, donde las cosas no funcionan demasiado bien. Yo lo veo en mis viajes espirituales a India o Nepal. No sabes cuándo llegará la electricidad y cuándo se irá. No estás seguro sobre el agua, la electricidad, los autobuses o los trenes, ni nada. Todo queda en manos de Dios.

Lo que quiero decir es que cuanto más organizada esté tu vida, más te vendrá a la mente la falsa idea de que tienes el control. Eso no significa que no debas ocuparte de las cosas. Ocúpate de las cosas, organízate, pero al mismo tiempo sé consciente de que no tienes el control de nada. Entonces ha ocurrido la rendición.

 

 

El arte de la rendición

 

Rendirse significa literalmente dejar de luchar. Deja de luchar contigo mismo. Deja de luchar contra el universo y el flujo natural de las cosas. Deja de resistir y empujar contra la realidad.

 

Rendición = Aceptación completa de lo que es + Fe en que todo está bien, incluso sin mi aporte.

 

No se trata de la inacción. Se trata de tomar acción desde ese lugar de entrega de energía.

Si soltar el control y rendirse no solo se siente mejor, sino que en realidad produce mejores resultados, entonces, ¿cómo lo hacemos? A veces es tan fácil como darse cuenta de que se está en modo de control y elegir dejarlo ir, tomando consciencia y deliberadamente elegir la energía de rendición.

Por ejemplo, cuando me doy cuenta de que estoy en modo de control, me imagino que estoy en un pequeño bote remando río arriba, contra la corriente. Es difícil, es una pelea. Así es como me aparece el modo de control. Cuando elijo soltarme y rendirme, visualizo el bote dando la vuelta, soltando los remos y flotando río abajo. Estoy siendo empujada suavemente, no es necesario ningún esfuerzo de mi parte. Simplemente respirar y decir: “Suelta los remos” suele ser suficiente para llegar allí.

A veces es un poco más difícil hacer el cambio del control a la rendición. Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte:

 

1. ¿Qué temo que sucederá si pierdo el control?

 

Cuando identifiques el miedo, cuestionas su validez. Pregúntate, ¿es verdad? Si tienes miedo de que la noche se arruine si tu novio no se acuerda de cerrar con llave (y ya se lo has recordado catorce veces), cuestiona esa suposición.

¿Puedes realmente saber que la noche estaría arruinada sin cerrar con llave? Y si se arruinara (según su definición, de todos modos), ¿qué hay de malo en eso?

 

2. Averigua en qué asunto estás ahora.

 

Tu asunto es el reino de las cosas en las que puedes influir directamente. ¿Está ahí? ¿O estás en el asunto de otra persona? Cuando tratamos de controlar las cosas fuera de nuestros propios asuntos, no van a salir bien.

 

3. Considera esto: ¿Si dejarás ir y te rindieras te sentirías más libre?

 

Casi siempre te sentirías con mayor libertad. Deja que esa sensación de libertad te guíe para aflojar tu control.

 

El Universo siempre te sostiene y te ayuda

 

Einstein dijo: “La decisión más importante que tomamos es si creemos que vivimos en un universo amistoso u hostil”.

Creo en un universo amigable.

Ser receptivo y permitir que las cosas sucedan es una habilidad que se puede practicar y mejorar. Ayuda creer en un universo amoroso, uno que te apoya en todo momento para que no tengas que preocuparte por los detalles.

Siempre podemos elegir hacer las cosas de la manera fácil o de la manera difícil. Podemos abrirnos paso y luchar contra los momentos o podemos soltar los remos y dejar que la corriente nos lleve río abajo.

Hay una energía pacífica, pero enfocada que acompaña a mantener la intención de lo que quiero, pero sin forzarme a hacerlo. Esa energía es mágica.

 

Y sí quieres profundizar más en tu transformación….

 

Puedes cambiar tu realidad. Pero es una elección. Tú decides.

En nuestro master transformacional nos enfocamos en aprender diferentes herramientas para el despertar espiritual y trabajamos la rendición en profundidad. No dudes en contactarme para más info!

 

 

 

 

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