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Cuando te enfrentas a emociones difíciles, es natural que te encuentres en un estado reactivo, pero no tiene por qué ser la configuración predeterminada de tu mente. Este es el momento de practicar la ecuanimidad.
Qué es la Ecuanimidad
La ecuanimidad es una disposición abierta y flexible ante la vida. Es la clave que puede conducirnos a la felicidad, ya que se trata de fluir en el presente con mayor optimismo y menos preocupaciones.
Podemos definir la ecuanimidad como una actitud de imparcialidad, estabilidad y equilibrio. La persona ecuánime es aquella que fluye con los acontecimientos internos y externos de su vida, sin juzgarlos y sin oponer resistencia. No lucha contra sus estados de ánimo ni contra las acciones de otros.
Se trata de comprender lo que ocurre en tu vida y aceptarlo para, desde ahí, actuar en pos de tus objetivos. Ser ecuánime significa convertirse en un espectador objetivo de lo que acontece, sin permitir que las circunstancias nos secuestren y nos lleven a reaccionar en automático, sin dejarte atrapar por tus emociones ni reaccionar.
Cultivar la Ecuanimidad
La ecuanimidad es la cualidad que nos permite mantener la calma y la serenidad en medio de la tormenta. Es una cualidad imprescindible para afrontar la adversidad sin venirnos abajo y, sin embargo, es una de las más difíciles de desarrollar ya que normalmente nos movemos al ritmo que marcan las emociones.
Podemos sentir esta posibilidad de equilibrio en nuestro corazón en medio de la vida cuando reconocemos que la vida no está bajo nuestro control. Somos una pequeña parte de un gran baile. Aunque podamos cultivar una compasión ilimitada por los demás y esforzarnos por aliviar el sufrimiento en el mundo, todavía habrá muchas situaciones que no podamos afectar.
La meditación de la ecuanimidad es una antigua práctica budisata para encontrar el equilibrio y cultivar tu paz interior.
La ecuanimidad es una cualidad maravillosa para la amplitud y equilibrio de corazón. Aunque crece naturalmente con nuestra práctica de meditación, la ecuanimidad también se puede cultivar aún más con la meditación específica de ecuanimidad de la misma manera que la meditación de la bondad amorosa y o de la compasión.
Meditación Guiada para Cultivar la Ecuanimidad
A continuación te dejo una meditación guiada para Cultivar la Ecuanimidad. Esta meditación forma parte de nuestro PROGRAMA MEDITA, un programa gratuito de 30 días de meditación mindfulness.
Para seguir el programa sólo tienes que acceder al canal de youtube de la Escuela y suscribirte HACIENDO CLIC AQUÍ. En el Canal irás encontrando un vídeo para meditar cada día. La intención es que medites cada día cuando te levantes, para que los beneficios de la meditación te acompañen durante todo el día.
Cómo meditar en la Ecuanimidad
La conocidad oración de la serenidad dice: “Que tenga la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia”. La sabiduría reconoce que todos los seres son herederos de su propio karma, que cada uno actúa y recibe los frutos de sus acciones. Podemos amar profundamente a los demás y ofrecerles ayuda, pero al final deben aprender por sí mismos, deben ser la fuente de su propia liberación.
La ecuanimidad combina una mente comprensiva junto con un corazón compasivo.
Para cultivar la ecuanimidad, siéntate en una postura cómoda con los ojos cerrados. Toma consciencia de tu respiración hasta que tu cuerpo y mente estén tranquilos. Luego, comienza por reflexionar sobre el beneficio de una mente que tiene equilibrio y ecuanimidad. Siente el regalo que puede ser traer un corazón pacífico al mundo que te rodea. Permítete sentir una sensación interior de equilibrio y tranquilidad. Luego comienza a repetir frases como,
“Que pueda estar equilibrado y en paz”.
Reconoce que todas las cosas creadas surgen y pasan: alegrías, tristezas, acontecimientos agradables, personas, edificios, animales, naciones, incluso civilizaciones enteras. Déjate descansar en medio de ellos.
“Que pueda aprender a ver el surgimiento y el pasar de toda la naturaleza con ecuanimidad y equilibrio”.
“Que pueda ser abierto, equilibrado y pacífico”.
Reconoce que todos los seres son herederos de su propio karma, y
Si bien puedes amar y cuidar profundamente a los demás, al final, su felicidad y sufrimiento dependen de sus pensamientos y acciones. Para encontrar ecuanimidad con los demás, agrega esta frase:
“Tu felicidad y sufrimiento dependen de tus pensamientos y acciones y no de mis deseos para ti”.
En los próximos pasos, puede desear paz y ecuanimidad a personas específicas que conoce y luego a las que están más allá, individualmente o en grupos. Deseando….
“Que aprendas a ver el surgimiento y el pasar de todas las cosas con ecuanimidad y equilibrio”.
“Que tengas verdadera ecuanimidad”.
“Que estés equilibrado y en paz”.
Finalmente puedes expandir tu propio campo de ecuanimidad al mundo entero.
“Puedo traer compasión y ecuanimidad a los eventos del mundo”.
“Que pueda encontrar el equilibrio, la ecuanimidad y la paz en medio de todo esto”.
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